En La Realidad , Planeta Tierra.
Mayo del 2014.
Compañera, compañeroa, compañero:
Buenas noches, tardes, días en
cualesquiera que sea su geografía, su tiempo y su modo.
Buenas madrugadas.
Quisiera pedirles a las compañeras,
compañeros y compañeroas de la
Sexta que vienen de otras partes, especialmente a los medios
libres compañeros, su paciencia, tolerancia y comprensión para lo que voy a
decir, porque éstas serán mis últimas palabras en público antes de dejar de
existir.
Me dirijo a ustedes y a quienes a
través de ustedes nos escuchan y miran.
Tal vez al inicio, o en el
transcurso de estas palabras vaya creciendo en su corazón la sensación de que
algo está fuera de lugar, de que algo no cuadra, como si estuvieran faltando
una o varias piezas para darle sentido al rompecabezas que se les va mostrando.
Como que de por sí falta lo que falta.
Tal vez después, días, semanas,
meses, años, décadas después se entienda lo que ahora decimos.
Mis compañeras y compañeros del EZLN
en todos sus niveles no me preocupan, porque de por sí es nuestro modo acá:
caminar, luchar, sabiendo siempre que siempre falta lo que falta.
Además de que, que no se ofenda
nadie, la inteligencia de l@s compas zapatistas está muy por arriba del
promedio.
Por lo demás, nos satisface y
enorgullece que sea ante compañeras, compañeros y compañeroas, tanto del EZLN como de la Sexta , que se da a conocer
esta decisión colectiva.
Y qué bueno que será por lo medios
libres, alternativos, independientes, que este archipiélago de dolores, rabias
y digna lucha que nos llamamos “la
Sexta ” tendrá conocimiento de esto que les diré, donde quiera
que se encuentren.
Si a alguien más le interesa saber
qué pasó este día tendrá que acudir a los medios libres para enterarse.
Va pues. Bienvenidas y bienvenidos a
la realidad zapatista.
¿Por qué este acontecimiento en un blog de Educación Tecnológica?...
por lo que continúa más adelante... la lucha por un mundo mejor...
por lo que continúa más adelante... la lucha por un mundo mejor...
Contra la muerte, nosotros
demandamos vida.
Contra el silencio, exigimos la palabra y el respeto.
Contra el olvido, la memoria.
Contra la humillación y el desprecio, la dignidad.
Contra la opresión, la rebeldía.
Contra la esclavitud, la libertad.
Contra la imposición, la democracia.
Contra el crimen, la justicia.
Contra el silencio, exigimos la palabra y el respeto.
Contra el olvido, la memoria.
Contra la humillación y el desprecio, la dignidad.
Contra la opresión, la rebeldía.
Contra la esclavitud, la libertad.
Contra la imposición, la democracia.
Contra el crimen, la justicia.
¿Quién con un poco de humanidad en
las venas podría o puede cuestionar esas demandas?
Y en ese entonces muchos escucharon.
La guerra que levantamos nos dio el
privilegio de llegar a oídos y corazones atentos y generosos en geografías
cercanas y alejadas.
Faltaba lo que faltaba, y falta lo
que falta, pero conseguimos entonces la mirada del otro, su oído, su corazón.
Entonces nos vimos en la necesidad
de responder a una pregunta decisiva:
“¿Qué sigue?”
En las tétricas cuentas de la
víspera no entraba la posibilidad de plantearnos pregunta alguna. Así que esa
pregunta nos llevó a otras:
¿Preparar a los que siguen en la
ruta de la muerte? ¿Formar más y mejores soldados? ¿Invertir empeños en mejorar nuestra
maltrecha maquinaria de guerra? ¿Simular diálogos y disposición para
la paz, pero seguir preparando nuevos golpes? ¿Matar o morir como único destino? ¿O debíamos reconstruir el camino de
la vida, ése que habían roto y siguen rompiendo desde arriba?
El camino no sólo de los pueblos
originarios, también de trabajadores, estudiantes, maestros, jóvenes,
campesinos, además de todas las diferencias que se celebran arriba, y abajo se
persiguen y se castigan.
(...) Y elegimos.
Y en lugar de dedicarnos a formar
guerrilleros, soldados y escuadrones, preparamos promotores de educación, de
salud, y se fueron levantando las bases de la autonomía que hoy maravilla al
mundo.
En lugar de construir cuarteles,
mejorar nuestro armamento, levantar muros y trincheras, se levantaron escuelas,
se construyeron hospitales y centros de salud, mejoramos nuestras condiciones
de vida.
En lugar de luchar por ocupar un
lugar en el Partenón de las muertes individualizadas de abajo, elegimos
construir la vida.
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